Cuando estás en medio de un conflicto con alguien, contigo, o con la Vida, estás en medio del bosque, y sólo ves lo árboles de tus razones. Todas muy justas y necesarias, pero no ves al otro, con sus razones, ni él te ve a ti. Nadie ve el bosque, es decir, la realidad de lo que pasa entre ambos, sino visiones sesgadas y subjetivas de la realidad.
Hablo de conflictos, crisis y problemas que suceden entre gente cercana, que incluso se aman porque aún habiendo amor, el conflicto puede darse. No hablo de problemas que podamos tener con gente claramente egoísta que busca perjudicarnos. Ahí, lo único que hacer es evitar el daño e incluso a la persona y de querer mantener la relación, deberíamos preguntarnos a nosotros mismos ¿por qué lo hacemos? ¿Acaso nos queremos tan poco?.
Sean del tipo que sean, si un conflicto desgarra tu mente con ansiedad o inquietud, o tu corazón con tristeza o sentimiento de injusticia o abandono, debes hacer la paz porque esas emociones te dañan y seguramente ese dolor saldrá también, no aportando nada ni al conflicto ni a la relación.
Primero toma un poco de distancia, observa el conflicto con perspectiva
Solucionar los conflictos que tengas con personas, contigo, tu pasado, raíces, o con los que más amas; es absolutamente necesario para que tú puedas estar en paz y puedas construir un presente más pleno, que solo puede nacer desde LA PAZ, contigo mismo, para lograrla con lo externo.
Debes entender que desde tu malestar, cabreo, tristeza o cualquier emoción negativa que sientas será realmente difícil encontrar la solución al conflicto y expresar con armonía lo que te ocurre. Necesitas calmarte, relajarte, hacer la paz, al menos contigo mismo, para poder hacerlo con la otra persona.
Por eso es bueno tomar distancia, tratar de despegarse del conflicto y puede ser necesario, en medio de un acaloramiento, pasear para quemar esa energía negativa y relajarse un poco. Respirar profundamente y meditar para serenar los ánimos, el alma y la mente. Quizá te pueda venir inspiración para abordar el problema.
En ese proceso de tomar distancia para ver con más objetividad lo que sucede viene bien que te preguntes ¿por qué tu entras en el conflicto? ¿Que esperas conseguir? ¿Por qué quieres ganar? ¿Qué puedes perder? ¿Merece realmente la pena el enfrentamiento? ¿Es por algo tangible, auténtico, importante o es un mero conflicto por ver quién tiene razón? ¿Que prefieres que te den un abrazo o que te den la razón?
Sin paz interior no hay paz exterior y si el presente se vive desde la tensión y el futuro parece negro. No se puede estar realmente en el presente, ni vivir plenamente el ahora, si hay algo pendiente en tu vida, algún conflicto sin resolver.
Gran parte de tu energía, y a veces casi toda, está atascada, tratando de solucionar algo que no puede resolverse, mientras solo se vean los árboles y no el bosque.
Por eso primero es necesario tomar distancia. Después hay que hablarlo serenamente, pero en medio del conflicto siempre hay reproches. Por eso el segundo paso es: ¿Cómo hacer tus críticas más constructivas? Leelo en el siguiente post
También para tomar una distancia con empatía y amor. Súbete a la Montaña de la Compasión.