Creando un destino de gozo. Curso de Autoestima. Lección 4

Lección 4
Creando un destino de plenitud

Estar presente en tus decisiones
Siempre estás tomando decisiones, incluso no atreverte a decidir es una decisión.
Cada una tiene implicaciones importantes en tu vida y es  fundamental que sean conscientes. Saber claramente qué decides y por qué lo decides, que busquen lo mejor para ti y saquen lo mejor de ti.
Esto también es importante porque hay decisiones que te hacen grande como persona y otras te rebajan, sacan lo peor o más pobre de ti.
Creemos decidir lo mejor para nosotros, pero no siempre es así. Claro que podemos equivocarnos. Tampoco es un gran problema porque siempre podemos rectificar y aprender de los errores
Los grandes aciertos en la vida, incluso de la propia ciencia y la naturaleza, están precedidos de numerosos “ensayo-error”
Admitiendo esta probabilidad, también es cierto que cuando las decisiones se toman de una forma inconsciente, impulsivas y sin ser reflexionadas, sin presencia, es más probable que nos conduzcan a consecuencias negativas.
Esto si podemos evitarlo. Una de las ventajas de la presencia, de vivir  con conciencia es saber tomar mejores decisiones.
Todo lo que sea evitar en lo posible el sufrimiento y lograr vivir con más gozo y mayores satisfacciones, es parte del saber amarse, del saber vivir. Algo que debemos  perseguir.
Tú creas tu destino. Hazlo conscientemente
Sigamos en el camino del decidir. Ahora viene una decisión muy importante.
Si asumes que eres El Ser que Decide, lo siguiente es aceptar que con tus decisiones creas tu realidad y  destino.
Se trata de ser conscientes en ese proceso creador, estar presentes y darnos cuenta  de cómo lo hacemos, cómo y por qué decidimos, para tomar mejores decisiones que mejoren la vida y el destino.
Tus decisiones te empujan a un tipo de actos que tienen determinadas consecuencias, distintas de si hubieses decidido otra cosa. Así, con tus decisiones creas tu destino. ¿Cuál es el proceso energético?
De la idea a la realidad. La manifestación del destino
Antes de la decisión está la idea, el pensamiento que la provoca. Hay decisiones  que provienen de ideas meditadas y conscientes, mientras que otras veces decidimos algo sin saber muy bien por qué. Vienen de ideas impulsivas e inconscientes. Estas últimas decisiones no suelen traer positivas consecuencias.
La idea que tienes de ti, de algo en concreto: Amor, pareja, sexualidad, etc, te provoca pensamientos positivos o negativos, que te llevan a determinadas emociones, que forjan diversos actos y comportamientos. Así creas tu realidad.
Así tus ideas, tus creencias crean tu destino y sin que te des cuenta, te llevan al gozo o al sufrimiento.
Recuerda el esquema
Primero está la idea, la creencia.
Se traduce en pensamientos que suelen implicar emociones.
Esto se traducen en comportamientos que acarrean actos en concreto.
Estos actos que haces tienen repercusiones positivas o negativas en tu vida.
Así creas tu realidad, forjas tu destino.
Idea-pensamiento-emoción-comportamiento-actos-repercusiones: realidad creada.
Tus pensamientos condicionan tus emociones,  tus emociones condicionan tus decisiones, tus decisiones condicionan tus actos y tus actos crean tu destino
¿Quieres cambiar algo en tu vida, mejorarla? Deberás cambiar de ideas y creencias.
A partir de ahí cambia todo. Cambian tus pensamientos, emociones, decisiones, actos y comportamiento. Eso te lleva a crear una realidad diferente.  Asúmelo y medita sobre ello.
Cambiando las creencias para cambiar la realidad
Vamos a ver el proceso con un ejemplo.
Si tu idea, tu creencia es que la pareja o incluso el amor es un agobio, un peligro, comprometerte es sufrir y perder tu libertad bien por haber sufrido antes, haber experimentado el abandono o cualquier circunstancia que haya grabado en ti, esa desconfianza hacia las relaciones más íntimas.
Esa idea, creencia, genera pensamientos negativos hacia una posible relación y el compromiso. Esos pensamientos producen emociones de desconfianza, estar en alerta o querer huir de alguien que puede parecer importante; porque cuanto más te haga sentir, mayor es la probabilidad de sufrir e inconscientemente, se evita huyendo.
Eso crea una realidad de ser una persona muy independiente, pero que difícilmente establecerá vínculos sólidos.
Es muy típico hoy en día. Querer el amor o una relación bonita y a la vez tener miedo al compromiso y, por lo tanto, no quererlo.
También puede suceder lo contrario. Tener la creencia de que sin pareja no se puede vivir, de que no se puede estar solo y aferrarse a personas y relaciones no adecuadas.
Cuando hay miedo a estar solo o se tiene una idea negativa de uno mismo, sea no valer o no merecer el amor. Esa creencia limitante genera una emoción de debilidad personal y vulnerabilidad frente a los demás. Lo que hace a la persona apegarse a relaciones que no son positivas, por no creer en uno mismo o no poder aspirar  a nada mejor.
Dos ejemplos de cómo dos creencias, en este caso opuestas, crean dos realidades distintas, aunque  parecidas en sus consecuencias. La persona no es feliz, bien porque se encierra en su individualismo y soledad o porque se ata a personas que no le convienen.

Este es el esquema energético de cómo la idea se materializa en la realidad. Cuando sientas que hay una parte de la realidad de la que no estás conforme y te gustaría algo mejor. Repasa tus ideas sobre ti mismo en esa faceta de la vida porque en gran medida, tus creencias crean tu realidad.
Tus creencias crean tu realidad Asume tu responsabilidad en tu destino.
Cambia de ideas, de creencias y cambiará todo, cambiará tu realidad.
¿Tienes la creencia de que tú no vales o no mereces el éxito en algo en concreto?
Seguro fracasarás porque no tendrás un comportamiento seguro, con certeza y firme para lograr el éxito en algo.
Cambiando de creencias, de ideas, cambia tu realidad porque tus decisiones, tus emociones y tus actos serán diferentes. Así cambias tu vida.
Para poder cambiar algo en tu vida debes hacerte tú responsable. No vale excusarse, ni culpar al otro o a la vida de lo que te ocurre, tampoco a tu mala suerte. Entonces no te centras en lo que tú debes hacer y no haces lo que te corresponde.
Cambiar algo en tu vida solo depende de ti. Asúmelo.
Si asumes que tú creas tu destino, tienes la libertad de cambiarlo porque todo lo que dependa de ti, puedes hacer que sea diferente, siendo tú distinto.
Pensamientos negativos te llevan a emociones negativas y seguramente a hechos también negativos.
Pensamientos positivos te llevan a otro tipo de emociones, actos, comportamientos y vivencias diferentes que crearán una realidad distinta.
Creamos nuestro destino pero lo hacemos sin darnos cuenta, guiados por impulsos inconscientes, pero si eres consciente de los procesos de tu pensar, sentir y del por qué y cómo tomas las decisiones que te hacen actuar, te conviertes en un agente de tu propio destino, creando tu realidad de una forma planificada y consciente, según tus propias necesidades, cualidades e intereses.
Asumir tu responsabilidad es liberar a los demás
Si tu eres el responsable de tu destino, nadie nadie más lo es. Eso supone liberar a los otros de la responsabilidad de lo que te ocurre.
¡Qué gran liberación! ¡Se acaban tantos conflictos y discusiones por culparnos los unos a los otros de lo que nos ocurre!
Nadie es responsable de tu felicidad, tampoco de tu desgracia. Lo que te sucede es el resultado de tu trabajo personal y tus decisiones.
Si alguien te da algo y decides que eso no te sirve, no lo valoras o agradeces, lo que te han dado no te sirve de nada.
Si alguien te menosprecia y decides que no te afecta porque su opinión no te importa. Ese desprecio no te ocasiona ningún perjuicio.
Si alguien tiene un comportamiento egoísta contigo, pero no lo permites, ese egoísmo no te afecta y si alguien quiere darte todo su amor, auténtico y bonito, pero a ti no te va la persona, toda esa belleza que te ofrecen te trae sin cuidado.
Son tus decisiones quienes crean tu realidad, más que lo que hacen o no los demás.
Cierto que también existe el karma, pero además de tener cierta libertad para sortearlo, lo que te sucede no depende tanto de los otros, más bien de ti.
El sabio Epícteto lo decía: “Lo importante no es lo que te hacen o sucede sino cómo reaccionas ante lo que te sucede”
Esto tan básico es fácil de entender pero difícil de aceptar, sobre todo si estás atrapado en alguien a quien haces responsable de tu sufrimiento. Puede que le culpes, pelees, protestes y muchas más cosas. Mi pregunta es: ¿Sirve de algo aparte de enredarte en el conflicto?
Al contrario también es así. Tampoco pueden hacerte responsable de la felicidad o desgracia de los demás. Se acaban los chantajes emocionales.
Estar en ti para cambiar tú, sin esperar a nadie.
Tras liberar a los demás de lo que te ocurre, el siguiente paso es hacer tú lo necesario para cambiar en tu vida lo que no te guste.
Cambiar tu sin esperar o presionar a los demás para que cambien ellos. Un tiempo y energía perdidos que no empleas en ti, en lo que debes hacer tú.
Recuerda la vieja frase: Si quieres algo distinto, haz algo diferente. Einstein lo decía de una forma demoledora: “La definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”
Ahora tienes una decisión importante que tomar:
¿Asumes la responsabilidad de tu destino o pones tu felicidad y desgracia en manos de los demás, culpándoles o presionando para que hagan lo que tú debes hacer?
Tú decides. Si quieres seguir siendo dependiente no podremos llegar muy lejos. Si la asumes. Libera a todo el mundo, déjales en paz y céntrate en ti, liberándote tú también.
Se libre, se tú quien crea tu destino, no delegues en nadie.
No puedes dejar la responsabilidad de tu vida en manos de los demás, pero tampoco puedes hacerte responsable de la vida, y los problemas de los demás.
No dejarte manipular por las culpas y reproches que el otro te haga, porque la otra persona también debe asumir su responsabilidad.
Para seguir en el camino de asumir la creación de tu destino, esa libertad, debes ser más consciente de los comportamientos dependientes que tienes.
Reflexiona sobre lo siguiente:
Si apuestas por ti, por estar en ti, no puedes apostar por los otros, por estar pendiente de ellos, de qué deben hacer.
Si apuestas por los otros nunca podrás ganar tú.
Si haces responsable a los demás de lo que te sucede te conviertes en una persona dependiente de ellos e irás mendigando, exigiendo, esperando o combatiendo, pero nunca tendrás ni paz, ni libertad.
Examina las áreas de tu vida donde tienes un comportamiento dependiente para poder liberarte.
No te pierdas la siguiente lección. ¿Cómo identificar comportamientos dependientes?

FRASES
Observo mis creencias.
Las que me hacen grande.
Sonrío.  Me gustan.
Observo mis creencias
Las que me limitan.
Sonrío. Puedo cambiarlas.
Yo creo mi realidad.
Estoy presente.
Observo la realidad que he creado. Observo la realidad que me gusta.
sonrío. Es obra mía.
Observo la realidad que no me gusta.
Sonrío. Puedo cambiarla.Observo mis decisiones
son importantes
Estoy presente en ellas.
Decido lo mejor para mi
Decido ser lo mejor de mi
Observo las decisiones que me gustan, que me hacen grande.
Sonrío. Son mías.
Observo las decisiones que no me gustan, que me hacen pequeño.
Sonrío. Puedo cambiarlas.
Creo mi destino con mis decisiones.
Soy consciente y responsable.
Nadie más lo es.
Asumo esa responsabilidad.
Libero a todos los demás.
Soy libre también
Cambio en mi lo necesario
sin esperar que cambien los demás. 

¿Quieres ser quien crea tu destino? ¿Asumir esa responsabilidad, ese compromiso contigo mismo?
Sigamos. La siguiente lección es importante porque te libera de la mayoría de tus conflictos con personas, especialmente con quienes amas.

Ser siempre tú liberándote de excusas y conflictos con los demás. Pincha aquí para ir a la lección que te libera de todos los conflictos..

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