¿Todavía crees que para crecer y aprender hay que sufrir? Entonces quizá necesites sufrir para poder hacerlo, pero no es necesario.
Nos han educado en esa verdad a medias porque siendo cierto que los problemas, los errores y el sufrir puede enseñarnos, no lo hace porque el sufrir en sí mismo sino porque el intentar evitarlo, mueve a que descubramos cosas de nosotros, lo que nos ocurre y cómo salir de la situación en que estamos.
Por lo tanto, es el deseo de no sufrir o evitarlo es quien nos ayuda a aprender, el cómo lo hacemos es ya otra cosa; pero aún así no es necesario el sufrimiento para poder crecer, hay otro camino, el del gozo consciente.
Es algo revolucionario en nuestra cultura judeo cristiana, y en otras muchas, crecer, superarte personalmente con la energía del deseo y del placer.
Naturalmente que no se trata de cualquier deseo y cualquier placer, ni abordarlo de cualquier manera sino con corazón, emoción y sensibilidad; incluso se puede ir más allá y vivir el mundo de la materia, del deseo, del gozo e incluso de la sexualidad, desde el mundo del espíritu. Ser espiritual y material a la vez. No estar escondidos.
Este camino del Amor Consciente del que quiero hablaros es conocido como Tantra del Corazón o Tantra Vital. Ya se que habrás oído muchas cosas falsas sobre el Tantra, como que trata solo de sexo y técnicas sexuales. Nada que ver con su esencia, aunque haya mucha gente que lo lleve por ahí porque es todo un camino de superación personal donde espíritu y materia, masculino y femenino, razón y emoción se fusionan.