1.- Saber nutrirte
La primera aplicación práctica de esta decisión es que debes nutrirte para llenarte de energía y poder aplicarla en lograr lo que necesitas y poder aportar a la vida y los demás, a tu propia vida.
Aprender a llenarte para poder darte, porque si no tienes no podrás dar. Te llenas para poder darte y te das para poder llenarte después, viviendo en un permanente equilibrio energético: Es la tarea de tu vida y tu aprendizaje, de sus resultados depende tu felicidad. El principio, como siempre, está en ti y lo primero que debes hacer, es aprender a trabajar la energía.
El saber nutrirte requiere saber satisfacer todas tus necesidades como ser humano, para poder actuar desde esa riqueza interior, que te da estar satisfecho y sentirte capaz. Es lo que se llama nutrirte globalmente.
La principal nutrición es la emocional. Lo que más nutre en la vida es cuando, sea lo que sea que hagamos, despierta las emociones positivas más profundas.
La norma en el arte de nutrirte es:
Lo importante no es lo que hagas o tengas sino la emoción con que vives lo que haces o tienes. Esa es la clave porque puedes tener muchas cosas y no llenarte, también puedes hacer cosas bonitas, como pasear por un lugar bello o incluso hacer el amor y no sentir nada especial con lo que haces.
La clave en el nutrirte es lograr emocionarte y cuanto más profunda sea la emoción más te nutre, más te llena.
Lo contrario también es cierto. Si lo que vives despierta en ti una profunda emoción pero negativa, de sufrimiento, entonces no te nutre, te desvitaliza, te chupa la energía.
Por eso, en el arte del nutrite lo importante es la emoción con que vives y haces las cosas.
Te voy a enumerar una serie de actividades y cosas posibles que hacer para nutrirte, pero recuerda, lo importante no es lo que haces porque puedes hacer todo lo que te propongo y no servirá de nada. Lo definitivo es cómo lo haces, la emoción que pones en lo que haces.
Nutrirte es algo global
Es nutrir tus cuerpos físico, emocional, mental y espiritual.
Tu cuerpo físico se nutre principalmente de los alimentos, respiración, caricias, contacto físico y un uso suave y armónico del cuerpo.
Nutrir tu cuerpo emocional o astral, es nutrir tu alma con el amor y las emociones positivas que pones en tu vida, la belleza con la que vives, el gozo sano y las satisfacciones que tienes.
Nutrir tu cuerpo mental, es desarrollar tu capacidad de aprender y ser consciente, lo nutres con las ideas, enseñanzas y pensamientos que asimilas, sobre todo, cultivando una mente abierta y tolerante, la mente del sabio
Nutres tu cuerpo espiritual desarrollando en tu vida la trascendencia, que te hace superarte personalmente y afrontar los desafíos, buscando el sentido de lo que te sucede y de tu vida.
La primera aplicación práctica del trabajo de la energía requiere saber satisfacer todas tus necesidades como ser humano, para poder actuar desde esa riqueza interior ,que te da estar satisfecho y sentirte capaz.
Todas las necesidades de tu ser deben ser atendidas. Si satisfaces unas, pero desprecias otras, no te nutres totalmente sino de una forma parcial y desequilibrada, lo que se traducirá en carencias y desequilibrios de algún tipo.
El proceso de nutrición comienza desde las raíces, nutriendo tu cuerpo y necesidades más básicas, para poder ir elevando la energía hacia lo más trascendente.
Los primeros placeres son los más básicos, como el de la seguridad, el comer y luego se van haciendo más sofisticados, mas elevados.
Primero nos nutre comer cualquier cosa si tenemos hambre pero luego nos llenan más emocionalmente comidas más elaboradas.
Saber asimilar es saber agradecer.
De igual manera que no asimilas todos los alimentos que comes, si tu digestión no es correcta, tampoco te nutren todas las cosas que tienes, logras, o te dan, si no “asimilas” lo que te dan; es decir, si no estás presente, no tienes conciencia de eso, y no lo agradeces.
El darte cuenta de lo que haces, tienes y te dan, el saber valorarlo y agradecerlo, es algo que te ayuda a nutrirte. Es como hacer un buena digestión de tus alimentos. Algo esencial para asimilar los nutrientes y, por lo tanto, para nutrirte.
Alimentar el cuerpo.
Nutrir tu cuerpo es darle todo lo que necesita. Alimento, descanso, contacto físico, abrazos, caricias, gozos y satisfacciones. Somos animales mamíferos y el contacto físico y emocional, es tan necesario y vital como el comer.
Alimentar tu cuerpo es también usarlo porque si no lo haces se va anquilosando y desvitalizando. Tu cuerpo está a tu servicio, es algo vivo que necesita ser usado; si no andas, no te mueves, ni haces un mínimo de actividad física, tu cuerpo se va aletargando porque necesita moverse para estar bien y que la energía circule.
Un movimiento suave y consciente del cuerpo siempre es gozoso, genera energía, limpia los canales y hace que la energía circule mejor. Cuando la práctica se realiza en la naturaleza, los resultados son más poderosos porque tu cuerpo es parte de la naturaleza, y necesita ese contacto con la tierra y el aire puro.
Pasear, caminar, respirar y sentir en la naturaleza, es una de las actividades más sanas y vitalizantes para el cuerpo. Cuando además de pasear, respiras profundamente, impregnándote de la belleza y fuerza de la Tierra, también nutres tu alma y te nutres emocionalmente.
Necesitas el contacto con el aire, el sol y los elementos de la Vida, estar desnudo en la naturaleza, es también una fuente de energía y vitalidad, además de hacer más íntimo y real el necesario contacto con tu cuerpo.
Necesitas del contacto físico, de caricias propias y ajenas, masajes, abrazos y sensorialidad, necesitas gozar, tener alegrías y satisfacciones porque el gozo natural te abre a la vida, te llena y expande.
Tu cuerpo es también tu sexo y, de la misma forma que tienes que mover brazos y piernas para estar en forma, debes usar tu sexo para que esté sano, despierto y con energía.
Tienes que sentir tu sexo, tocarlo, usarlo y darle amor para que brille, con todo su esplendor. Tener una sexualidad rica, gozosa y llena de emociones, nos vitaliza, aporta alegría de vivir y energía para la vida. Haz el amor con cierta regularidad, solo o acompañado pero siempre poniendo emoción, espíritu positivo y sin limitarte por ningún complejo, tan solo, la hermosa emoción del respeto.
Tu cuerpo necesita alimento y aunque tenemos la capacidad de comer y adaptarnos a casi todo, si comes basura, tu cuerpo se hace basura, se adapta a la basura que comes ,hasta que ya no puede más y enferma.
Tu cuerpo siempre tiene una relación de amor contigo, acepta lo que le hagas, soporta tus malos tratos, siempre espera una caricia tuya, una señal de amor para ponerse contento.
Es el amante mejor y más fiel que tienes, trátalo con un poco más de amor, dale las cosas esenciales que necesita, tócalo, siéntelo, bendícelo y dale el mejor alimento que puedas.
Alimentando el alma. Nutriendo tu cuerpo emocional y astral.
No eres solo algo físico, órganos y tejidos, músculos y nervios, eres un ser emocional dotado de la mayor sensibilidad y sensorialidad de este planeta. Alimentar tu alma es alimentar tu ser emocional, y eso significa poner emoción y corazón en las cosas que haces, apostar siempre por orientar tu energía hacia emociones gozosas y positivas.
Cuando abrazas a alguien, cuando acaricias a una persona, el contacto físico de vuestros cuerpos es siempre gozoso, sano y agradable, pero si además, tu abrazo es de corazón, si lo haces con emoción, además de alimentar el cuerpo, nutres también tu alma, tu ser emocional, tu cuerpo astral.
Fomentar la alegría en tu vida, tener pensamientos positivos y de esperanza. Cantar, reír, ser agradable y rodearse de personas que te respeten y crean en ti, que te aporten entusiasmo, es también un alimento para tu alma.
Dedicar más tiempo en tu vida para hacer cosas que realmente te gustan y llenan.
Hacer algo cada día por el placer de hacerlo y hacerlo con corazón. Vivir con agradecimiento, agradecer las cosas positivas que la Vida te da, agradecer sus enseñanzas.
Saber estar solo, disfrutando de ti mismo y también salir y compartir vivencias con los demás.
No aislarse nunca, ni en ti mismo ni en tu pareja. Saber darte lo que necesitas.
Saber decir sí a las cosas que deseas y te convienen. Saber decir no a lo que no quieres y renunciar a lo que te daña.
Así alimentas tu alma, tu cuerpo emocional y de este alimento también se beneficia tu cuerpo físico.
Nutriendo tu Mente, tu cuerpo mental.
Vivimos un tiempo histórico que ha desarrollado muy poderosamente la racionalidad y tenemos acceso a más información y conocimiento que nunca en nuestra historia, parece que nutrir la mente no es necesario ahora, pero la utilidad de tu mente no está solo en lo que sabe sino en su capacidad de aprender, abriéndose a nuevas enseñanzas y posibilidades.
El ignorante no es el que no sabe sino quien cree que ya lo sabe, y no está abierto a nuevos aprendizajes. El sabio no es el que sabe sino el que está dispuesto a aprender.
Si no sabes leer, de nada te sirven los libros, y si no sabes estar presente en tu vida, no sabrás “leer” lo que te pasa, y no aprenderás de tus experiencias. La conciencia, el estar presente, el darte cuenta de lo que realmente te sucede, y el estar abierto a todas las posibilidades, es lo que te permite aprender en la vida. Es algo que debes cultivar para nutrir tu mente.
Por mucho que sepas nunca lo sabrás, todo y si siempre estás dispuesto a aprender, entonces podrás hacerlo.
Cultivar una actitud mental abierta y tolerante, es la manifestación de la verdadera sabiduría que permite seguir aprendiendo.
Los poderes de la mente no residen solo en la racionalidad, el conocimiento adquirido y su capacidad de análisis, también es tu intuición, inspiración y capacidad premonitoria, es el lado yin o femenino de nuestra mente ,que también debemos desarrollar.
Cultivar la mente no es solo fomentar el lado racional de nuestra naturaleza, también es saber desarrollar nuestra intuición, instinto y capacidad de premonición e integración.
Nutriendo tu espíritu, tu cuerpo espiritual.
Está claro que el cuerpo tarde o temprano muere y vuelve a la tierra. Si hay algo en ti que permanece, es la pura luz que eres, la luz de tu espíritu. Tu espíritu no necesita ser nutrido porque es pura luz, pero tú si necesitas desarrollar la comunicación con tu Ser Interior, nutrir la relación con tu espíritu sí es importante porque es nutrirte tú.
Si algo permanece es por ser capaz de ir más allá, de trascender lo que a los demás les limita. Tu conexión con tu espíritu comienza desarrollando tu capacidad de trascender, de superar lo que te limita y lo que crees que eres.
La opinión que tienes de ti, por muy positiva y grande que sea, siempre será limitada porque eres mucho más de lo que crees.
Sabes que tienes un cuerpo que morirá pero tú eres más que eso. Sabes que eres un ser humano con todas sus limitaciones y fragilidad, pero dentro de ti hay algo mucho más poderoso que no tiene límites. Nutrir tu espíritu es alimentar tu relación con tu Ser Interior, con tu Aliado, invocarlo en tu vida, sentir que te acompaña, tener fe, en ti, en la Vida.
Conectar con tu Ser Interior, con lo que permanece y es más poderoso de ti, te ayuda a permanecer ante la adversidad porque conectas con un poder superior que también eres tú.
Las principales fuentes de energía donde puedes cargarte son:
La respiración, sobre todo si es profunda, emocionada y consciente.
La alimentación sana y natural
Las emociones positivas y gozosas
El sentirte satisfecho de lo que haces, de tus actos
La integridad contigo mismo, tu coherencia interior
El hacer lo que realmente quieres y no hacer lo que no deseas.
El contacto con el cuerpo, caricias, masajes, el gozo erótico, emocional y sexual.
El contacto con tus emociones, aprender a sentir lo positivo en lo profundo.
En la vida-
Actitud Consciente ante la Vida para centrarte en el aquí y el ahora
Tener hobbies o hacer actividades que te gusten y aporten entusiasmo.
Rodearte de personas que te respeten y crean en ti. Que te aporten entusiasmo.
Tener metas y proyectos que hacer pero sin agobiarse y sin estrés.
Fomentar la alegría en tu vida, tener pensamientos positivos y de esperanza.
Cantar, reír, ser agradable y rodearse de personas positivas.
Hacer las cosas con corazón. Poner emoción y pasión en lo que haces.
Lecturas que te estimulen en la superación personal y fortalezcan tu ánimo positivo.
Invocar a la vida. Invocar su magia. Sentir que te acompaña.
Tener fe. Fe en ti, fe, en la Vida, en tu destino. Fe en algo superior o en algo mágico que te acompaña y te ayuda.
Agradecer todos los dones que te da la Vida
Meditaciones Tántricas centradas en lo emocional, en la conexión con la Vida, la celebración del vivir y el agradecimiento.
Hacer el amor con cierta regularidad, solo o acompañado pero siempre poniendo emoción, espíritu positivo y no limitarse con complejos.
Tener una sexualidad rica y gozosa, llena de emociones nos vitaliza, nos aporta alegría de vivir y energía para la vida.
Saber estar solo, disfrutando del ti mismo y también salir y compartir vivencias con los demás.
No aislarse nunca, ni en ti mismo ni en tu pareja.
Saber darte lo que necesitas.
Saber decir sí a las cosas que deseas y te convienen.
Saber decir no a lo que no quieres y renunciar a lo que te daña.
Hacer tareas que impliquen superarte y esforzarte en algo.
Saber afrontar algún riesgo en la vida.
Hacer algunas actividades sólo por puro gusto.
Dedicar más tiempo en tu vida a hacer las cosas que realmente te gustan y te llenan.
Estas cosas son de las más importantes en ese saber llenarte de energía. Tú mismo puedes evaluar,hasta qué punto mantienes un número suficiente de actividades o actitudes que te aporten energía o si podrías –seguro que siempre es así- dedicar más tiempo para nutrirte, para hacer cosas que realmente te gustan y necesitas, para llenarte de más energía.
Si todo esto es muy importante en el nutrirte, las emociones positivas con que vivas tu vida, es todavía más fundamental porque lo que más nutre, sana, redime y vitaliza, tanto el cuerpo como el alma, es vivir con emociones profundas y positivas.
Las emociones profundas y positivas, la esencia del nutrirte
El gozo, cuando es sano y natural, es nutridor, y una vida sin satisfacciones de ningún tipo, es una vida sin sentido. Cuando haces algo que te gusta, aunque te cueste energía realizarlo, como lo disfrutas, también te nutres.
De todas los actos y actitudes que pueden nutrirte, uno de los más importantes, es actuar con emociones positivas, es poner toda tu emoción y belleza en lo que haces.
Hagas lo que hagas, seas quien seas, lo importante es la emoción con que haces las cosas.
En el trabajo de la energía, del nutrirte y también del descargarte y vaciarte, el poder de las emociones, es decir, tu estado emocional, es lo más fundamental porque de la misma manera que tus emociones positivas te vitalizan y sanan, las negativas, minan tu energía y te enferman.
Lo que más llena es una emoción profunda y positiva. Lo que más vacía, es una emoción negativa que no sabemos controlar, o de la que no sabemos salir.
Saber manejar tus emociones, para permanecer en las positivas y saber canalizar las negativas, ese esencial en el trabajo de la energía, el lograrlo, es lo que se llama Inteligencia Emocional.
Si tu estado emocional es determinante para nutrirte o desgastarte con lo que haces, el entrenamiento emocional, es decir, el aprender a gestionar tus emociones es fundamental para lograr una vida más plena y es la esencia del camino tántrico que quiero mostrarte.
Recuérdalo siempre: la esencia de tu vida, lo que te hará feliz o desgraciado, es la emoción con que vivas lo que te sucede.
No siempre podrás controlar, escoger o evitar lo que hay fuera de ti, pero sí puedes reaccionar ante cualquier hecho con una emoción más positiva. No podrás controlar a los demás pero sí podrás controlarte a ti, aprendiendo a canalizar tus emociones.
Lo que más nutrirá tu vida es actuar con emociones positivas de amor y belleza.
Lo que más desgastará tu vida, es actuar con emociones negativas de rabia, odio o rencor.
Las emociones positivas te sanan, vitalizan y abren más oportunidades en tu vida. Las negativas te enferman, desgastan y reducen las oportunidades de tu vida.
Elabora un plan personalizado para nutrirte más y mejor
Después de todo lo que has leído es hora de que te hagas un plan personalizado para hacer tu vida más llena de cosas y actos que te llenen, para implicarte emocionalmente más en lo que haces, aprovechar más tu tiempo, vivir con más intensidad -eso no quiere decir hacer cosas extraordinarias porque muchas veces lo sencillo puede ser lo más intenso- Es más bien vivir con más emoción. Para ello, una vez más hace falta tu presencia porque hacer cosas estando en la mente, no es muy nutridor que digamos. Es como hacer el amor pensando en las noticias de la tele. No se disfruta mucho.
Con este plan tendrás más energía, una vida más plena y así, podrás afrontar más fácilmente cualquier reto, incluido el de reconducir a tu Niño Interior. Solo queda ahora una cuestión. No tires la energía, no la derroches.
¿De que sirve llenar un recipiente de agua si está lleno de agujeros?
No te pierdas la siguiente lección. Trata de cómo conservar la energía y no tener agujeros energéticos.