En cualquier acto de tu vida, lo importante no es lo que haces sino la emoción que pones en lo que haces porque esa emoción positiva o negativa con que vives tus actos, es el origen de tu felicidad o desgracia. La conciencia la desarrollas estando presente en lo que haces y sientes para darte cuenta. El corazón, poniendo emociones positivas en lo que haces, llenando tus actos de amor, gozo y belleza. Hacer las cosas con corazón, con una emoción positiva, puede ser bueno para los demás pero sobre todo es positivo, gozoso y sanador para ti.
El camino del corazón no comienza haciendo las cosas por los demás y para los demás sino por ti y para ti porque es hacerlas de verdad. Es darte cuenta de lo beneficioso que es para ti hacer las cosas con una emoción positiva y gozosa. Si te das cuenta que es bueno para ti, tenderás a hacerlo. Si lo haces por los demás, no podrás mantener esa actitud porque no puedes amar a los demás sin amarte a ti pero tampoco te amas a ti realmente si te privas del gozo profundo del amar, del darte. El amor es siempre armonía. Esa es su grandeza, su sabiduría.
Para poder amar no necesitas a nadie en concreto, no necesitas tener pareja porque empiezas amándote a ti y amando a la Vida, dando tu belleza a la Vida . Lo importante es que comprendas que tu capacidad de amar es como un músculo que necesitas ejercitarlo para que esté en forma, para que puedas disfrutar de la dicha de tu amor cada vez más fácilmente. Si no ejercitas tu músculo del amor, si no vives con corazón, cada día te responde menos y te será más difícil disfrutar de tu amor. No puedes estar esperando, tienes que estar amando cada día de tu vida, tratándote con amor y comprensión, perdonándote y aceptándote para poder cambiar y transformarte en lo necesario, desde la armonía y no desde la lucha y el conflicto contigo mismo.
Vivir con corazón es darte cuenta de tus emociones, de tu verdad, de lo que sientes, sabiendo gestionar tus emociones para canalizar las negativas y expandir las positivas. Cuando vives con corazón desarrollas tu fuerza e inteligencia emocional, entonces tienes una mayor capacidad para ser feliz porque sabes canalizar tus emociones con creatividad y sabiduría hacia tu bienestar, gozo y felicidad.
La terapia tántrica está basada en el poder sanador del amor y la aceptación. Cuando no aceptas algo, aunque sean tus problemas o defectos, te pones en beligerancia con ese algo y eso implica resistencias y conflictos. Luchar contra alguien, contra tus sombras, descalificar al contrario, es una pérdida de energía que puedes emplear en ser más fuerte tú. No hay que luchar contra el “mal” sino fomentar el “bien” Se trata de centrar tu energía en lo positivo que quieres lograr en vez de dispersarte en lo negativo.
Aceptando tu miedo, tus heridas, tu vulnerabilidad, aceptando tus inercias pero sin dejarte llevar por toda esa negatividad, puedes centrarte en lo positivo, puedes ver las cosas de otra manera e implicar a esa parte de tu mente que te conecta con tu creatividad y te hace ser más abierto y tolerante. Eso te ayuda a superar los conflictos y capacita y prepara a la sociedad para encontrar soluciones más creativas a los problemas.
Sean cuales sean tus circunstancias, no tienes excusas para no vivir con más corazón y con más amor, salvo la de no quererte y no desear lo mejor para ti.
De mi libro Amarte. Creando la plenitud. Si quieres saber más pincha la imagen
© Francisco Torres del Amor