Me llamo Roxana y tengo cara de niña buena ¿verdad? De niña bien, sexy y mona, pero te advierto una cosa: De buena, no tengo nada. Nada de nada. ¿Me invitas a que entre en tu cuarto?
Estoy aquí para contarte mi intensa y peculiar vida sexual, bastante divertida y variada, por cierto; pero te advierto, no es para ponerte cachondo, sino para que aprendas. Tú. Amiga que me estás mirando. No creas que esto son solo historias para chicos, porque aquí hay enseñanzas para todos. Los hombres, podéis aprender, cómo es una mujer como yo. Tan mujer y tan intensa. Y vosotras, chicas, también os hace falta un buen repaso, y dejaros motivar por mi desparpajo en el amor y el sexo.
Estoy aquí para contarte mi intensa y peculiar vida sexual, bastante divertida y variada, por cierto; pero te advierto, no es para ponerte cachondo, sino para que aprendas. Tú. Amiga que me estás mirando. No creas que esto son solo historias para chicos, porque aquí hay enseñanzas para todos. Los hombres, podéis aprender, cómo es una mujer como yo. Tan mujer y tan intensa. Y vosotras, chicas, también os hace falta un buen repaso, y dejaros motivar por mi desparpajo en el amor y el sexo.
Creo, que en este mundo, sobran todos los burócratas y elitistas, que hacen un imposible de lo más fácil, y nunca he entendido, que para algo tan sencillo y sano, como es echar un buen polvo, la gente ponga tantas pegas y condiciones; tenga tantos miedos, complejos y recelos. ¿Que pasa? ¿Ahora te parezco más mala todavía? ¿Ya no me invitas a tu cuarto? Por tu forma de mirarme, me parece que lo estás deseando, pero como veo que no te decides, voy a seguir contándote cosas de mi. Hay muchos chicos, que cuando ven a una mujer tan guapa como yo, se quedan un poco cortados, como si fuese algo inalcanzable para ellos. Espero que no te pase eso, y aprendas a tener más confianza en ti. Mira, para tener sexo conmigo, no hace falta que seas un Apolo, ni alguien especial, porque todo el mundo puede tener un momento sensual.
Creo, que en este mundo, sobran todos los burócratas y elitistas, que hacen un imposible de lo más fácil, y nunca he entendido, que para algo tan sencillo y sano, como es echar un buen polvo, la gente ponga tantas pegas y condiciones; tenga tantos miedos, complejos y recelos. ¿Que pasa? ¿Ahora te parezco más mala todavía? ¿Ya no me invitas a tu cuarto? Por tu forma de mirarme, me parece que lo estás deseando, pero como veo que no te decides, voy a seguir contándote cosas de mi. Hay muchos chicos, que cuando ven a una mujer tan guapa como yo, se quedan un poco cortados, como si fuese algo inalcanzable para ellos. Espero que no te pase eso, y aprendas a tener más confianza en ti. Mira, para tener sexo conmigo, no hace falta que seas un Apolo, ni alguien especial, porque todo el mundo puede tener un momento sensual.
En realidad, soy una mística del sexo, y me da mucha pena esos pobres penes, que no pueden gozar de lo que a todos nos gusta tanto. Yo soy así, solidaria, revolucionaria y justiciera. De la misma forma que hay utópicos lamentándose, de que en este mundo, unos tengan tanto dinero y otros tan poco; a mi me remueve la conciencia, que unos follen tanto y otros, nada de nada.
Creo, que si es necesario el pan nuestro de cada jornada, también es un universal derecho, el polvito nuestro de cada día. Debería estar recogido en la declaración universal de los derechos humanos, para que realmente sea completita. ¿Que pasa? ¿A nadie se le había ocurrido antes? A mi sí. Yo soy así. Solidaria, revolucionaria y justiciera. ¿Me dejas entrar entonces en tu cuarto? La verdad se me ha hecho tarde pero vuelvo mañana. Si quieres saber más cosas de mi, sigue visitando mi blog.