La sexualidad es algo fundamental en la naturaleza y la Vida, es algo tan importante que precisamente da origen a la vida. Gracias al poder y al misterio del sexo los complementarios se buscan, se unen y dan origen a nuevos seres cuyo código genético es más amplio porque lleva un poco de cada uno de sus progenitores
El sexo es una de las manifestaciones del amor y la sabiduría de la Inteligencia Cósmica que rige el universo, es algo divino porque ayuda a que evolucionen todos los seres. Es el gran regalo de Dios, un regalo que debemos celebrar, disfrutar y compartir.
Debido a ese inmenso poder el Tantra aborda el sexo, lo estudia y lo trata como algo sagrado y también tremendamente poderoso. Algo que merece la pena potenciar y saber usar en nuestras vidas porque tiene grandes beneficios y repercusiones
Cuando se condena el sexo a la oscuridad y el pecado condenamos también una profunda necesidad natural y eso acarrea profundos desequilibrios, agresividades y perversiones sexuales. Algo que ha hecho la sociedad patriarcal, tan violenta, destructiva y muchas veces degenerada por la ambición, la tortura y la dominación desmedidas.
Ese eslogan de los años 60 de “Haz el amor y no la guerra” tiene mucho sentido porque cuanto más reprimida sexualmente es una cultura, más violenta es y cuánto más ve la sexualidad como algo natural y positivo, más se libera de sus agresividades y obsesiones.
Si en esos años comenzó la llamada revolución sexual liberando a muchas personas de los complejos que los tenían atados, ahora es necesaria una nueva revolución, la de la Sexualidad Sagrada que no solamente puede transformarte sino también transformar el mundo porque no se trata de que haya más sexo en tu vida sino de que éste sea más profundo, más conmovedor y más pleno.
Liberando tu Luz
Tú eres un ser de luz y energía. Todos lo somos. Todo es energía. La sexualidad sagrada y su resplandor que te ilumina es una de las cumbres energéticas a las que podemos llegar los seres humanos.
La magia de vida que propone el Tantra no es otra que usar creativamente la energía para tu expansión, crecimiento y gozo personal, viviendo en armonía con todo lo que te rodea y si las personas viven más en armonía y son más plenas, la sociedad que constituyen también lo será.
Lo importante es comprender que para alcanzar la verdadera plenitud sexual, la energía del deseo que despliega el ritual erótico, debe pasar siempre por el corazón, invocando esa luz gozosa del amor que lo ilumina todo para hacer tu sexualidad más plena y más poderosa.
Para que tu sexualidad sea sagrada, tu vida debe ser sagrada y debes saber alimentar la hoguera de la pasión sexual con la leña adecuada. Llena tu sexualidad de vida, emociones, sentimientos, rituales, imaginación, ternura y de todas las cosas positivas que encuentres. Entonces la hoguera de tu sexualidad brillará con un resplandor de mil galaxias, entonces sí podrá iluminar tu vida y podrá transformarte pero si no lo haces así, incluso podrá consumirte
Si hay una emoción profunda en tu sexualidad, el sexo te ilumina porque está iluminado por el amor, si no hay emoción, el sexo puede ser hasta satisfactorio pero nunca pleno.
De ahí la importancia de desplegar tus emociones más profundas y de ahí el entrenamiento tántrico de saber canalizar la energía y despertar sus emociones conectando con la magia y la belleza de la Vida. Ninguna técnica puede sustituir a esto.
Cuando el Resplandor Ilumina a dos desconocidos
Es más fácil que estas elevadas emociones surjan en una pareja que se ama pero también es posible evocar los sentimientos más profundos haciendo el amor con un desconocid@, pero para que esas emociones surjan de una forma natural, la persona debe estar llena de un sincero y profundo afecto por la humanidad, por el ser humano y haber desarrollado su sensibilidad y su capacidad de amar en esa permanente búsqueda de la belleza que propone el Tantra; entonces también se puede ver esa luz y esa belleza que tenemos todos en alguien que acabamos de conocer y cuando esos dos desconocidos se dejan iluminar por el resplandor que han generado, entonces se dan cuenta que no estaban tan lejos porque hay una misma luz que los une, la misma luz que hay en ti y en mi, la misma luz que hay en todos.
Cuando el Resplandor te ilumina cuando estás solo, te das cuenta que nunca lo estás.
Cuando la sexualidad sagrada se practica en solitario uno también puede y debe desplegar un sincero amor por sí mismo, un maravillarse por la increíble belleza del cuerpo que, tan sabio y tan bien creado, te permite tanto gozo, llenándote de alegría y agradecimiento hacia esa divinidad generosa y sabia que te permite gozar tanto del maravilloso cuerpo que te ha dado; así no gozas sólo de tu cuerpo en solitario sino que sientes ese mágico aliento del espíritu que te acompaña, iluminando tu cuerpo, iluminando tu gozo, iluminándote en el Resplandor de ese éxtasis al que has llegado. Entonces te das cuenta que no estás solo porque la divinidad también te acompaña.
Cuando uno se llena de estas elevadas emociones en medio de su profundo gozo, sale de la experiencia iluminado y bienaventurado, lleno de amor y agradecimiento a la Vida y a todos lo seres humanos, convirtiéndose en alguien pacífico y benéfico para todos los demás. Cuando sucede lo contrario, cuando tras la experiencia sexual, uno sale lleno de culpa y vergüenza, frustrado y lleno de resentimientos por todos lo complejos y miedos aprendidos de la mente, uno se enferma poco a poco y enferma, si lo dejan, a todos los demás.
Cuando Hombre y Mujer se aman el Cielo y la Tierra también.
Todo el entrenamiento tántrico, incluido el más propiamente sexual, debe tener como meta este objetivo, este estar totalmente presente en lo que haces, con todo tu cuerpo, con todos tus sentidos, con todas tus emociones y con todos tus niveles; estando totalmente emocionado y sintiendo la increíble belleza de lo que en ese momento está sucediendo. pero si no hay esa conciencia plena, si la mente está obsesionada por el deseo, uno ya no puede ver otra cosa y entonces se pierde todas las bellezas del camino.
Cuando tu sexualidad es sagrada, los amantes no son un hombre y mujer cualquiera sino que son un dios y una diosa que cuando se unen, hacen posible la mágica unión del Cielo y la Tierra, aquí y ahora, en este momento.
